De pronto vi un bar acogedor. Suspire aliviada, entre sin prisas y me senté en una mesa del fondo.
- ¿Que desea tomar? - Me pregunto amablemente la camarera que había venido atenderme
- Chocolate caliente, por favor - le dije tenia mucho frío y estaba toda empapada así que algo caliente era lo mejor
- Ahora mismo - y se fue a buscar mi pedido
Yo estaba tranquila intentando entrar en calor, estaba tiritando de frío y de pronto un abrigo se poso en mis hombros e hizo que dejara de temblar. Giré la cabeza al perteneciente de la chaqueta y ahí estaba. un hombre sonriendo me, no pude ni siquiera agradecer nada, se fue hacia afuera y me dejo la chaqueta, ni siquiera cruzamos palabras. Simplemente me la dio y se marcho. Me quede pensando en aquel hombre que parecía un niño, el niño de los ojos verdes.
No sé por que pero agarre la chaqueta con todas mis fuerzas como si tuviera miedo a que se fuera también. Me quedé anonada pensando en que es lo que había sucedido, y porque sentía ese nuevo revoloteo en mi estomago que hace meses que no tenía, meses... más bien años.
La camarera me trajo de nuevo al mundo posando el chocolate en la mesa... no tomé sorbo hasta después de unos minutos. Acerque a mi la chaqueta y aspiré el olor, un suave perfume que me invadió por completo y me pregunte quien era aquel niño. Cuando fui a tomar mi chocolate al fin estaba un poco frió pero no me importo solo me importaba aquel niño... De pronto me percate de un trozo de papel que había doblado debajo de la taza de chocolate. Lo desdoble.
''¿Usted cree en el destino, Señorita? Yo no hasta que te he visto ahí tiritando de frío, hasta que has entrado por la puerta con tus andares, he sabido que estábamos destinados ha estar juntos, he estado pensando en si acercarme a hablarte, no busques un por qué, solamente te he visto y he quedado preso de ti, y acabo de cometer la mayor locura de mi vida, me he ido y te he dejado ahí con un recuerdo mio, no te preocupes yo tengo mi propio recuerdo, te tengo en mi mente guardada bajo llave.
Quizás me arrepienta de esto, de irme así sin cruzar palabras, pero si en serio estamos destinados a estar juntos, nos volveremos a encontrar.
Así que supongo que esto es un hasta luego ¿no, señorita?
A la chica de la mirada triste.''
Me quedé parada al acabar de leer la nota, y sonreí, sonreí por primera vez en mucho tiempo y el brillo de felicidad e ilusión volvió a mis ojos, como antes, ahora ya no era una señorita, ahora era una niña, una niña por que de nuevo tenia ilusiones y esperanzas. Y ese niño de ojos verdes me la había devuelto.
Y me quedé allí en el bar donde volví a ser niña otra vez, leyendo la carta una y otra vez, y absorviendo el aroma de la chaqueta...
...DE EL NIÑO DE LOS OJOS VERDES
n n n
Y de nuevo tuvo la ilusión de vivir otra vez.
1 comentario:
en la lluvia prefiero no correr, no desesperarme, no ocultarme me gusta mojarme hasta las pestañas, ya ves que siempre el destino tendra guardado un buen abrigo*
besosdulces*
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